PERCEPCIONES DE LOS ESPAÑOLES
Efectos sociológicos del confinamiento
Muchos ciudadanos sienten que su modo de ver la vida y su perspectiva de los demás se ha modificado durante las semanas de confinamiento. Es como si durante este tiempo, sus puntos de vista se hubieran transformado y su posición vital e incluso social fuera otra, al menos ante determinadas cuestiones.
En general tendemos de manera natural a mantener la forma de entender la vida y nuestras actitudes vitales. Típicamente evolucionan con el tiempo, pero dentro de un esquema de maduración que dota al individuo de mayor capacidad de comprensión, conforme la historia de su vida y la experiencia personal se desarrollan y se amplían. El tiempo nos ayuda a alcanzar mayor sabiduría. Pero estos aprendizajes son lentos, no se producen unas pocas semanas.
Sin embargo, con motivo del confinamiento, se han producido cambios en muy poco tiempo, concretamente en el curso de las últimas 14 semanas, en apenas 100 días.
Este hecho facilita que seamos conscientes de los mismos, nos damos cuenta de que se han producido; ya que el antes está muy fresco y la comparación antes–después es inmediata.
Por otro lado, no escapa a nadie que la experiencia del confinamiento ha sido una prueba dura en la que hemos renunciado a una parte importante de nuestros hábitos de vida, en beneficio del objetivo de la protección de la salud.
Sin embargo, aunque la prioridad de la protección de la salud no admite discusión, el esfuerzo y la renuncia han sido importantes, por lo que no resulta extraño que en algún momento el ciudadano haya llegado a cuestionarse algunos temas.
Adicionalmente, el contexto en el que se ha vivido el confinamiento ha tenido momentos muy duros; ya que ha habido semanas en las que el impacto sanitario adquirió tintes muy dramáticos por el número de infectados y fallecidos, por el riesgo de colapso de los hospitales y porque el famoso pico de la curva no llegaba.
A todo ello hay que añadir el cierre empresarial en muchos sectores y las noticias del parón de la economía con la consiguiente preocupación sobre los recursos familiares.
Si tenemos en cuenta todas las circunstancias que han pesado sobre los ciudadanos, que se acaban de señalar, se comprende que durante el confinamiento haya cambiado nuestra habitual forma de entender la importancia de las cosas y nuestra manera de ver a los demás.
Los datos obtenidos en el presente Estudio evidencian tres ámbitos en los que se han dejado sentir estos efectos, modificando nuestra posición personal y nuestras creencias:
- Sobre nosotros mismos y nuestra forma de ver la vida
- Sobre la distancia social, en el sentido sociológico del término, es decir, nuestra cercanía o lejanía emocional a los demás
- Sobre nuestra confianza en determinados colectivos y entidades
Lo que hemos descubierto durante el confinamiento
Las restricciones que ha impuesto el confinamiento las hemos percibido y las hemos vivido como esfuerzo y sacrificio, como carencias, es decir, en un sentido globalmente negativo.
Sin embargo, esta situación nos ha permitido descubrir algunas perspectivas de mucho interés que, quizá por obvias, estaban escapando a nuestra percepción, y en consecuencia, a nuestra valoración.
El confinamiento nos ha permitido descubrir aspectos valiosos muy presentes en nuestras vidas a los que prestábamos muy poca atención.
Los efectos del confinamiento
Una situación dura e imprevista que ha promovido la reflexión
Una llamada de atención que muchos han querido escuchar
Al preguntar a los ciudadanos por los posibles aspectos valiosos que el confinamiento nos ha permitido descubrir, han aparecido importantes indicios de reflexión sobre nuestra forma de vivir.
¿Qué ha pasado? ¿Por qué ocurre esto? ¿Cómo es que nunca nos lo habíamos ni siquiera imaginado? ¿Qué es lo importante y qué no lo es en nuestra vida? ¿Estamos valorando adecuadamente lo que tenemos? ¿Qué es lo que importa y qué no?
Todas ellas y otras similares, son preguntas que buscan encontrar un sentido a las cosas, a lo que hacemos con nuestra vida, a nosotros mismos y a nuestra relación con el mundo.
Son parte del proceso de búsqueda de valores que pongan orden en nuestra forma de entender la vida y que le den coherencia, en un momento en el que muchos elementos modifican su valor y en el que el orden habitual se altera, como ha ocurrido durante el confinamiento.
El confinamiento como oportunidad para repensar sobre nosotros mismos
Un ejercicio de reflexión del que hemos salido reforzados
¿Distancia física o distancia social?
Las expresiones distancia física y distancia social se usan a menudo como sinónimos, aunque muchos advierten que no son exactamente equivalentes, incluso hay quien apunta que hablar de distancia social para referirse a distancia física no es del todo correcto.
En efecto, hay tres usos de la distancia social que poseen relaciones muy diferentes con la distancia física:
Distancia Social en el ámbito de la epidemiología
Aquí, Distancia Social significa exclusivamente distancia física entre personas, siendo una de las medidas más efectivas para evitar la transmisión de determinados agentes, como, por ejemplo, el virus Covid-19 (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias).
Desde luego, en el ámbito de la epidemiología, la expresión distancia social está totalmente generalizada, tanto en español como en otros idiomas, y se refiere exclusivamente a distancia física entre individuos.
Distancia Social en psicología ambiental
En este caso, la Distancia Social se refiere al modo en que los individuos ocupan el espacio y se sitúan ante los demás para interaccionar con ellos. El concepto posee una base territorial, es decir, de distancia física, pero incorporada a la idea de distancia interpersonal, que lógicamente varía en función de las personas con las que se interactúa.
En este sentido la distancia interpersonal plantea diferentes distancias físicas según con quién y para qué se desarrolle la relación. Así, cabe distinguir:
- Una distancia íntima, en la que hay contacto físico; una distancia personal, en la que se interacciona con la familia y amigos y entre conocidos
- Una distancia social en la que se desarrollan las relaciones sociales con personas desconocidas, reuniones de negocio, etc.
- Y finalmente una distancia pública, propia de las relaciones más superficiales y distantes, como por ejemplo, ante audiencias, en discursos, etc.
Distancia Social en sociología o psicología social
En este territorio, la Distancia Social se refiere a la percepción de proximidad o lejanía cultural y/o emocional con respecto a un grupo concreto de personas. Se trata de una distancia conceptual e imaginaria a un colectivo o grupo social.
Esta Distancia Social alude a la separación de “los otros”; es decir, a cuestiones como el aislamiento, la marginación, la discriminación, etc., mientras que la cercanía, la ausencia de distancia social, se refiere a la aceptación, comprensión, solidaridad y respeto hacia los demás.
Por este motivo, distancia física y distancia social no son a menudo términos equivalentes.
Fundéu BBVA señala que “ambas expresiones son válidas y a menudo pueden estar relacionadas.
No obstante, pese a la cercanía semántica y su posible solapamiento en determinados contextos, conviene diferenciar ambas expresiones y optar por «distanciamiento físico» en aquellos casos en los que se apunte inequívocamente a los metros que se recomienda mantener entre personas”.
Estas consideraciones nos permiten enmarcar los resultados de las siguientes cuestiones planteadas a los españoles en el Estudio realizado, que versan sobre el concepto de distancia social, entendida ésta como proximidad psicológica a determinados colectivos y entidades. Es, por tanto:
- Una distancia imaginaria que se basa en la cercanía conceptual y emocional que sienten los ciudadanos respecto de otros ciudadanos o colectivos que les separa de otros
- Una cuestión subjetiva que se construye a partir de los juicios sobre los comportamientos de cada colectivo durante la crisis del coronavirus que hemos vivido.
Efectos del confinamiento sobre la distancia social
El gráfico siguiente muestra los datos sobre la evolución de la distancia social de los españoles hacia determinados grupos durante las semanas de confinamiento. En este caso, la distancia social se ha medido a partir del indicador “tu percepción y opinión”, sobre la que se ha contabilizado la proporción de ciudadanos en los que ha mejorado, ha empeorado o sigue igual.
Los datos muestran que lo que ha ocurrido y el ciudadano ha visto (oído o leído) durante el confinamiento en relación a los demás, ha tenido efectos sobre sus percepciones y opiniones.
En concreto, se concluye que el grado de relación del ciudadano con cada grupo o segmento de población ha sido determinante para construir la opinión sobre él, y por tanto, para establecer la distancia social. En función de la evolución de la distancia social, cabe distinguir tres círculos:
Círculos Primarios
En estos círculos se encuentran las personas con las que se convive y los amigos, y parece claro que el confinamiento ha permitido redescubrir “a la familia” y “a las amistades”, y ha dado la oportunidad de ampliar el conocimiento y la adhesión emocional gracias a la convivencia y a compartir un objetivo común, como era el de protegerse de la amenaza del Covid-19.
En este círculo, la reducción de la distancia social ha sido máxima. La situación ha sido idónea para favorecer el desarrollo de vínculos entre los miembros del pequeño grupo dentro del cual ha habido que hacer frente al reto de sobre-vivir y de atender todas nuestras necesidades (fisiológicas, emocionales, de seguridad, etc.).
Pues bien, el resultado del confinamiento es que nuestra opinión sobre los nuestros ha mejorado significativamente. El 43% de los españoles indica que su opinión sobre las personas con las que han convivido ha mejorado durante estas semanas, y un efecto similar se percibe en relación con los amigos, aunque algo menos intenso: la opinión ha mejorado en el 35% de la población.
Círculos Cercanos
El efecto del confinamiento sobre la distancia social al grupo de convivencia, se ha trasladado hacia fuera, hacia los hogares más cercanos, con los que también se comparte la convivencia, aunque no sea tan estrecha. La distancia social hacia nuestros vecinos en su conjunto, se ha reducido significativamente.
El balance entre quienes tienen hoy mejores opiniones de sus vecinos (27%) y quienes tienen peor opinión (8%) arroja un saldo positivo de 19 puntos porcentuales. Por tanto, globalmente la distancia social se ha reducido y los españoles se sienten algo más próximos a sus vecinos.
Círculos Lejanos
Fuera de los dos círculos anteriores hacia los que hemos reducido sustancialmente la distancia social, se sitúan todos los demás segmentos de personas con los que compartimos, la calle, la ciudad, la Comunidad Autónoma o el país, pero con los que no solemos tener relación. Sabemos de su existencia, pero los ubicamos fuera del marco de nuestras relaciones: pertenecen al contexto social. Pues bien, en todos los casos la distancia social globalmente ha aumentado.
Y así, el confinamiento ha aumentado nuestra distancia social, es decir, nuestra opinión sobre ellos ha empeorado, en relación con las personas con las que compartimos la calle, la ciudad, la Comunidad Autónoma o el país. El balance entre quienes han mejorado la opinión y quienes la han empeorado es negativo: 12 puntos porcentuales en el mejor de los casos, para los más cercanos, que son quienes nos encontramos al salir a la calle, y 18 puntos porcentuales para todos y cada uno de los demás colectivos.
El resultado global neto en relación con los diferentes colectivos de personas es de aumento del distanciamiento social.
Por tanto, se concluye que durante el confinamiento han operado factores que han promovido:
- El alejamiento entre unos y otros
- El aumento de los prejuicios
- Y de las visiones estereotipadas
Los grupos primarios, constituidos por las personas con las que tenemos una relación cercana, como las personas con las que vivimos o nuestros amigos/as, han aumentado su cohesión, fortaleciendo sus vínculos y reduciendo aún más la distancia social entre los miembros.
Pero fuera de ellos se ha producido el efecto contrario y los diferentes colectivos y segmentos sociales se sienten hoy más alejados y distanciados que antes del confinamiento. Los elementos que se comparten con otros grupos sociales y los factores de cohesión son hoy algo más débiles que antes de la experiencia del confinamiento.
La distancia social a diferentes grupos después del confinamiento
Efectos de las semanas de confinamiento sobre la distancia social
En resumen
Metodología del Estudio
Puedes encontrar más publicaciones relacionadas con el tema en AdvBlog
Puedes seguirnos también en nuestro perfil de Linkedin.