Una llamativa contradicción
El marketing basado en datos ha demostrado ser un pilar para el éxito en la toma de decisiones, al tiempo que apunta una reveladora contradicción. Mientras que los datos son fundamentales como métricas de evaluación (KPIs), están siendo infrautilizados como plataforma para la creación de estrategias innovadoras.
El uso de los datos más habitual, supone un gran potencial desaprovechado. Además de medir resultados a través de KPIs, deberíamos ver los datos como una materia prima para obtener insights valiosos que inspiren creatividad y decisiones más ágiles.
¿Por qué no estamos sacando el máximo provecho de los datos, a pesar de tener más información disponible que nunca?
Estas son algunas barreras:
- Estructuras organizacionales rígidas que impiden la agilidad.
- Falta de herramientas tecnológicas actualizadas.
- Una cultura empresarial que no prioriza las decisiones basadas en datos.
- Modelos de datos históricos que no reflejan los rápidos cambios en el comportamiento del consumidor.
- Dependencia excesiva de los datos propios sin integrar otras fuentes externas.
- Confiar en que con los KPIs (a veces muy pocos) se tiene el control y el conocimiento de la situación propia, así como las del entorno y del mercado.
El potencial de los Datos en la Innovación
Un aspecto clave es la cultura empresarial. Muchas organizaciones no han adoptado una mentalidad de datos verdaderamente integrada. Esto incluye no solo la infraestructura tecnológica, sino también la disposición a reinterpretar los datos como un recurso dinámico que alimenta la innovación, en lugar de utilizarlo únicamente de forma retrospectiva. Aquí es donde muchas empresas fallan: usan los datos como meros indicadores y como mucho, como herramientas de diagnóstico del rendimiento, más que como motores de creatividad y dirección estratégica.
El problema se agudiza cuando las empresas confían solo en sus propios datos, sin explorar fuentes externas o adoptar una visión holística. Esto limita la capacidad para obtener un conocimiento más profundo y actualizado del consumidor. El análisis de datos debe ser un proceso constante de descubrimiento, en lugar de depender de modelos rígidos o históricos.
Finalmente, la creencia de que el dato en bruto es conocimiento es errónea. Los datos solo se transforman en conocimiento útil cuando se interpretan correctamente y se vinculan con una visión estratégica. El marketing moderno exige que los profesionales no solo dominen el análisis de datos, sino que sepan traducir ese conocimiento en acciones innovadoras.
La clave o al menos parte de ella, puede estar en salir de la zona de confort. Muchos profesionales confunden los datos con conocimiento inmediato, cuando en realidad los datos en bruto necesitan elaboración para transformarse en insights útiles.
El marketing del futuro no puede depender solo de KPIs pasados, sino que debe alimentarse de datos que generen acción, innovación y valor. ¿Estamos realmente preparados para esta transformación?
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